martes, 22 de noviembre de 2011

Te cambio ese si por ese ya no puedo.

A ver si me explico... 
¿Sabes? Es como el olor a café una mañana sin ganas. Es como un roce de mejilla que no viene a cuento. Es como las prisas de media noche. Es como los chutes de Morrison. 
Es como...  ¡Buf! Cómo decirlo... 
es como el ansia de un niño el día de Reyes. Como la típica cancioncilla que se te mete en la cabeza y no puedes para de tararear. Es como la brisa de verano, esa que templa el alma. 
 Como la cocaína, el sexo y el alcohol todos metidos en una botella. Es como los andares de una estrella de Hollywood. Es como, joder, es como la enfermedad y la cura al mismo tiempo. Es como los ojos de Megan Fox y la voz de Morgan Freeman. Como una canción de los Rolling o una sonrisa sin miedo a nada. 
Es... es especial. ¿Entiendes?
Es como "te necesito conmigo"
Es jodidamente perfecto.
Como la rima de un soneto.
Es como gritar sin ningún miedo:
¡Vamos! Te cambio un  por ese ya no puedo.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Breaking free.

Es una sensación extraña. Es como… como que se acaban los días y sientes un profundo vacío que no puedes llenar porque te falta tiempo para vivir aquello que te da fuerza para seguir ¿sabes? Caminar una tarde por la playa, descalza, sentir el agua empapar tu piel y el frío acariciar tus dedos. Sola. Morir y vivir a la vez. Gritando por dentro que te mueres por gritar. Por gritar al mundo y a toda esa porquería que se acumula en tu corazón y no puedes echar. Gritarle al mar. Gritarle al viento, dejar que entre por la boca. Arrancar tu voz a pedazos y tirarla al vacío del silencio. Es jodido, a veces, tener  tanta voz si la mayoría del tiempo he decallar para poder vivir en paz. Aunque esa paz todavía no la  haya encontrado. Desearía lanzarme al mar en este momento y olvidar todo. Olvidar mis miedos y otras historias... Desearía morir de paz. Puedo sentir el agua inundando mis movimientos y mi latir.


Podría morir en este momento...