miércoles, 5 de octubre de 2011

Shit.

Un ruido seco hizo su mochila al caer contra el suelo. La puerta se tambaleó mientras la chica la cerraba de un buen golpe. Se escurrió pegada a ella hasta quedar sentada. Las manos en su cabeza, las lágrimas cayéndole por las mejillas. Delante un espejo, parte del causante de todos sus problemas. Hubiera dado lo que fuera por ser invisible aquel día pero no, la vida siempre tiene que joderte de una forma u otra.

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